Primero de todo, hacer la matrícula. Para un estudiante que lleva al día sus asignaturas es fácil, coges todo el curso más alguna que te quede y listo. La mayor parte de mis asignaturas son de tercero y luego tengo algunas de cuarto, así que en mi caso matricularse es hacer malabarismos con horarios de clase y prácticas. Solventado este problema hay que enfrentarse a una segunda prueba: marcar la opción a beca. "No hay créditos suficientes" aparece en la pantalla y sabes que es momento de llamar a Administración y preguntar que es lo que puedes hacer en tal caso. Una vez solucionado, continúas con la matrícula. Comprobar que todas los datos están bien, generar el impreso, imprimir, pagar en el banco y llevar a administración. Logro desbloqueado. Al realizar estudios de Grado, tengo la ventaja de no tener exámenes en Septiembre, sino en Julio; así que la matrícula la hago antes de empezar el curso. No pierdo un día de clase, sino un día de verano. No está mal.
Tras hacer la matrícula llegar la incorporación a las clases, que este año se ha caracterizado por llegar el primer día y que no haya un cartel con las aulas en las que está cada grupo, que el Campus Virtual no te diga en que grupo estás hasta pasadas dos semanas del comienzo de las clases, y el ir y venir de fichas. La ficha es ese objeto que algunos profesores siempre piden el primer día de clase, que otros dicen que es necesario, y que otros tantos dicen que sí la habían pedido (cuando nunca lo han mencionado) y que es necesaria para presentarse al examen una vez estás entrando al mismo. Así que tras las primeras clases, bajas a Conserjería y coges un montón de fichas, las rellenas, les pones tu foto y las entregas. Ojalá fuera todo tan fácil. A partir de segundo, mi carrera tiene una peculiaridad, y es que hay asignaturas con múltiples profesores (más de cinco, por ejemplo), que además nunca avisarán de cuando vendrá cada uno. Hay que entregarle la ficha al coordinador de la asignatura, así que es posible que alguna ficha quede triste, sola y abandonada varias semanas en tu carpeta.
Una vez entregadas las fichas (o mientras esperas para poder entregarlas) lo único que queda es acostumbrarse a la dinámica del nuevo curso que, de momento, puedo decir que va bien. Mañana empiezo las prácticas clínicas de este curso, esperemos que vaya bien.