viernes, 27 de septiembre de 2013

Se acabó lo que sedaba

Sí, lo escribo todo junto. Y es que ya llevo un mes de clase que, después de dos meses de dormir hasta tarde y no tener preocupaciones, se me ha antojado bastante duro.

He empezado cuarto, que en mi facultad es el curso más duro. Es el curso en el que te encuentras con las asignaturas médico-quirúrgicas grandes e importantes. Cardiología, respiratorio, ginecología..., son algunos ejemplos de los gigantes a los que tengo que enfrentarme este año.

Empiezo el curso además agobiada: tengo parciales todos los lunes. Y ojo, que sí, que los parciales ayudan a llevar la materia al día y a aprobar la asignatura; pero teniendo en cuenta que son acumulativos, no liberatorios y de ginecología... Estoy un poco esclavizada.

Sin embargo, empiezo el curso con ánimos, con asignaturas y prácticas que me gustan y que me son medianamente útiles; y con un pensamiento esperanzador: ya he pasado el ecuador.

Aunque echo de menos mi cama...