sábado, 4 de mayo de 2013

No quiero ser dermatóloga

Eso es. No quiero ser dermatóloga, ni traumatóloga, ni mucho menos anatomopatóloga. No me atraen la Otorrinolaringología, la Cardiología o la Neumología. Y la Estomatología me da asquito. Tengo asumido que soy absolutamente de asignaturas clínicas, las quirúrgicas (menos Cirugía General, mira tú que cosas) me tiran para atrás. Y eso que yo antes no era así. Antes de entrar en la carrera, yo era de esas personas que ven las películas de terror gore tipo Saw comiéndose un filete de ternera poco hecho. Pero no contaba yo con que esas cosas huelen y yo soy muy sensible para los olores. Así que, después de mis primeras prácticas de Anatomía Humana, abandoné el consumo de jamón serrano y pata de cerdo, ya que el olor a formol se me venía a la cabeza cada vez que iba a comer. Con el tiempo, los manjares cárnicos se han ido reincorporando a mi vida, pero ahora el problema está cuando tengo las prácticas de alguna asignatura quirúrgica.

Entrar a las nueve de la mañana en un quirófano, habiendo desayunado a las seis, ya te condiciona, pero aún así es ver un chorrito de sangre y ya me suben los calores. Tengo la suerte de no haberme mareado nunca lo necesario como para perder la verticalidad, pero tampoco me he lavado y he ayudado en una operación, cosa que a día de hoy me veo incapaz de hacer. Una vez, una cirujana me preguntó en medio de la cirugía que si me gustaba como especialidad. Yo le dije que no, que me mareo en las operaciones; a lo que me contestó que qué clase de médico pretendía ser entonces. "Carnicera no, seguro", pensé para mis adentros, pero en alto en realidad dije: "me gustaría ser psiquiatra". Y en ese momento la doctora me miró y me metió en el cubo de los desperdicios.

Sí, quiero ser psiquiatra. Y odio que me tachen de friki y de loca cuando lo digo. Creo que es de las especialidades médicas a las que más jugo queda por sacar hoy en día, ya que existen muchísimas cosas que desconocemos. Muchos piensan que es la especialidad menos médica porque es la menos biológica, y yo pienso que se equivocan. Que sí, que hay muchos procesos mentales a los que no se les ha encontrado base biológica y que como el mismo proceso va a generar distintas formas de pensar y blablabla. Cuando no se conocía cómo funcionaba el páncreas, existía la diabetes, pero simplemente no sabíamos porqué se producía exactamente. Pues con el cerebro es lo mismo. Más complejo o más fácil, es un órgano más del cuerpo y sus enfermedades se producen a raíz de la alteración en sus células. Así que sí, se sabe poco y queda mucho por descubrir, y a por ello voy.

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